Calzada de civilizaciones e invasiones
Esteribar ha sido tradicionalmente zona de paso utilizado para atravesar el pirineo por el collado de Ibañeta. Se puede hablar de una auténtica ruta migratoria de todas las condiciones sociales, lenguas y procedencias.
Estas rutas y calzadas acompañan al río Arga siendo la columna vertebral de un valle con tesoros exclusivos que lo dotan de carácter propio. Situado en un entorno natural privilegiado con bosques centenarios (quinto real) y gran variedad de flora y fauna.
No menos importante es el patrimonio histórico y cultural con la calzada real, el Camino de Santiago y toda una serie de pequeños tesoros de arquitectura rural.
Se trata de un valle que resulto frecuentado por representantes de diferentes casas reales, siendo sede de las cortes en 1329, donde se perfiló el juramento que días después habían de prestar los reyes Felipe III y Juana II. No es de extrañar que estuviera habitado por hidalgos, caballeros, artesanos, mercaderes, cazadores y contrabandistas. La Ruta Jacobea le hizo partícipe del intercambio cultural europeo asentando en el valle de hasta 3 hospitales de peregrinos, dependiendo uno de ellos de la Colegiata de Roncesvalles. Todas sus villas y gentes son anfitriones expertos en dar la bienvenida a los visitantes de sus tierras.